Una guía del/la Manifestantx para responder a heridas de bala

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Lo que todxs deberían saber

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Las heridas de bala son cada vez más comunes en las manifestaciones. Esto no quiere decir que hay que entrar en pánico—millones de personas han participado en manifestaciones en los últimos cuatro meses, mientras que sólo unas docenas han recibido impactos de bala. Aún así, a medida que el conflicto político se intensifica en los Estados Unidos, es importante pensar sobre cómo podemos cuidarnos y protegernos mutuamente. La buena noticia es que aunque no tengas formación médica, hay cosas que puedes hacer para maximizar las probabilidades de supervivencia de una persona que haya recibido un impacto de bala cerca tuyo, cosas simples como aprender la ubicación del centro médico más cercano. Aunque este tema puede ser estresante de contemplar, la siguiente guía puede equiparles para ayudar a salvar vidas.

Mientras que muchos manifestantes han aprendido a prepararse para el gas lacrimógeno, el spray de pimienta, las balas de goma, dispositivos acústicos de largo alcance, golpes de bastón, y arrestos, pocos están actualmente preparadxs para responder a heridas de bala. Esta guía está basada en las experiencias de varias personas que han presenciado o tratado heridas de bala durante un conflicto político y social. Para desmitificar el tema y ayudar a lxs lectorxs a imaginar cómo podrían emplear esta información, hemos incluido dosrecuentos personales describiendo experiencias con heridas de bala en manifestaciones.

Aunque este texto se basa en los conocimientos prácticos de varias personas con formación institucional y experiencia en la calle, no representa un asesoramiento médico profesional. Incluye información que será principalmente útil para lxs médicxs callejeros experimentados, pero la mayor parte de ella es pertinente para cualquierx lectorx. No tiene por objeto sustituir la formación real en respuesta a heridas de bala u otras intervenciones médicas. Animamos a lxs lectorxs a que busquen formación adicional, habilidades y herramientas de respuesta crítica para salvar vidas.


¿Qué es una herida de bala?

Las heridas de bala incluyen lesiones traumáticas y graves heridas punzantes. Su impacto en el cuerpo varía según el tipo de arma, la distancia del tirador y la ubicación de la herida de entrada. Según el tamaño y la velocidad de la bala, los disparos pueden infligir diferentes tipos de daños, entre ellos hemorragias graves, daños musculares y óseos y destrucción de órganos. Pueden dañar los cuerpos de manera impredecible.

Si bien algunos calibres de munición pueden pasar directamente a través de una persona dejando heridas de entrada y salida fácilmente identificables, otros calibres son más propensos a “caerse”, o rebotar, dentro del cuerpo. Esto puede causar más daño interno y salidas menos predecibles. Peor aún, algunos tipos de municiones de “defensa propia” para pistolas están diseñadas para dispersarse en el impacto, causando daños graves.

Trata toda herida de bala como una lesión potencialmente mortal, sin importar los detalles. Si una arteria está comprometida, una persona puede desangrarse en tan sólo tres minutos. Una vez que una persona pierde la mitad de su sangre, sus posibilidades de supervivencia disminuyen drásticamente. Depende de ti actuar rápidamente.

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Presta Atención

Ante todo, presta atención a lo que sucede a tu alrededor. Las manifestaciones en la calle pueden ser caóticas y ruidosas. La policía puede utilizar gas lacrimógeno, granadas aturdidoras, dispositivos acústicos de largo alcance y otras armas ruidosas, mientras que los manifestantes a veces encienden fuegos artificiales, que pueden sonar similar a los disparos. Cuando te sorprendan los fuertes estallidos en las calles, trata de identificar la fuente y el tipo de riesgo que representa.

Manténte atentx de la ubicación de cualquiera que lleve abiertamente un arma de fuego, así como de cualquiera que tenga razones para creer que pueda llevar un arma oculta. La gente ha sido golpeada por fuego amigo en las demostraciones así como por fuego hostil. Si estás trabajando con un grupo de afinidad, podrías designar a una persona para que vigile las posibles amenazas. Túrnense para ocupar este papel, para que una persona no se agote de estar constantemente vigilante. En cualquier caso, todas las partes deben estar atentxs, ya que las cosas pueden cambiar rápidamente.

Comunícate de forma clara y concisa, especialmente cuando estés describiendo a individuos con armas de fuego. Esto puede ayudar a otrxs a tomar rápidamente decisiones sabias en una emergencia, sin contribuir a un pánico innecesario. Aquí hay dos modelos de comunicación que puedes emplear para transmitir lo que ves. Utiliza el dispositivo mnemotécnico “T.A.L.U.T.E.” (Tamaño, Actividad, Localización, Unidad, Tiempo, Equipo) para identificar amenazas potenciales. Por ejemplo, en lugar de gritar “¡Tienen un arma!” podrías reportar: “Vi a tres hombres (T) custodiando la tienda de conveniencia (A) en la intersección de Main Street y City Avenue (L). Posiblemente son milicia (U). Esto fue a las 11:15 pm (T). Dos tenían armas largas, no sé sobre el tercero (E).”

En emergencias, o cuando el tiempo es esencial, puedes usar otra herramienta llamada las “tres D”: Dirección, Distancia, Disposición. Por ejemplo, “Cuatro hombres blancos desconocidos con rifles a mi 1 en punto, una cuadra más arriba, escudriñando la multitud con binoculares”.

Prepárate

Mucho de lo que se puede hacer para tratar una herida de bala tiene lugar mucho antes de que se haga el disparo.

Médicxs callejerxs

Dependiendo del tipo de evento y de su ubicación, puede haber médicos alrededor. Podrías investigar con antelación si hay médicxs callejerxs en el área, si asistirán y dónde se ubicarán. Durante las demostraciones, a menudo se ve a los médicxs dando vueltas entre la multitud o estacionadxs en los márgenes, cargando equipo y llevando una cruz roja o alguna insignia similar que lxs identifica como médicxs. Si crees que puede ser relevante, puedes preguntarles si están preparadxs para tratar heridas de bala y otras lesiones graves. Muchxs médicxs tienen experiencia en responder a gases lacrimógenos, spray de pimienta y balas de goma, así como al agotamiento, la deshidratación y el pánico. Actualmente, es menos probable que unx médicx que responda a una herida de bala posea las habilidades y la experiencia pertinentes.

Si estás evalúando la medida en que lxs médicxs locales están capacitadxs para tratar heridas de bala y te enteras de que están preparadxs para ofrecer atención de “primera respuesta”, también puedes averiguar si tienen capacidad para ofrecer atención prolongada en caso de que lxs pramédicxs no puedan llegar a una zona. Esto puede darte información vital sobre los riesgos potenciales que puedes estar asumiendo si permaneces en una situación en escalación.

Médicxs callejerxs en la época de Bush.

Antes de la Manifestación

Antes de ir a una manifestación, evalúa la seguridad y las necesidades de salud de tus camaradas, incluyendo la capacidad y disposición para llamar a los servicios de emergencia, que suelen ir acompañados de la policía. ¿Hay alguna necesidad que deba ser atendida antes de que alguien llegue a la sala de emergencias? ¿A quién te gustaría que tus amigxs contactaran primero en caso de emergencia o lesión?

Además de saber si habrá médicxs capacitadxs, asegúrate de saber la ubicación de la sala de emergencias más cercana, preferentemente una con un centro de trauma. No todos los hospitales están equipados para tratar heridas mortales. Si no se está cerca de un hospital con un centro de trauma, al menos entérate de la ubicación del hospital más cercano. Con suerte, deberían poder estabilizar a una víctima antes de transferirla a un hospital que esté preparado para tratar un trauma físico masivo.

Equipamiento

Hay varios artículos que puedes llevar que pueden ser útiles en caso de un tiroteo. Considera la posibilidad de adquirir o construir un botiquín individual de primeros auxilios (BIPA) para llevar contigo. Un BIPA es un botiquín de trauma que contiene materiales esenciales para salvar vidas y para ayudar a controlar hemorragias y tratar heridas importantes. Suele ser una pequeña bolsa con artículos como una gasa (normal o hemostática), vendas de presión, equipo de protección personal (guantes, protector facial) y un torniquete. Un médico experimentado ha compilado una lista completa de qué poner en un BIPA y dónde obtenerlo, incluida en un apéndice abajo. Con la excepción del equipo de protección individual (EPI), que te protege a ti y a la persona a la que asistes de los patógenos transmitidos por la sangre u otras enfermedades transmisibles, todas estas herramientas de intervención comparten el mismo propósito: detener la hemorragia lo antes posible.

La gasa es un elemento básico de un BIPA, uno crucial. Se utiliza para absorber la sangre mientras se aplica presión directa a una herida. También se puede usar para “empacar” dentro de una herida más grande.1 La gasa hemostática (a menudo conocida por marcas como QuickClot, Celox y Hemcon) es una gasa impregnada con un agente mineral que ayuda a que la sangre coagule más rápidamente, lo cual es crítico en el caso de una hemorragia importante.

Un vendaje de presión (también denominado vendaje israelí, vendaje de emergencia o vendaje de emergencia para traumatismos) es una envoltura elástica, similar a una venda de marca ace, con una almohadilla de absorción no adherente incluida y un sistema de cierre de velcro o de clip. Cuando no basta con hacer presión con las manos sobre la herida para detener el sangrado, se utiliza una venda de presión para aplicar presión más fuerte y constante sobre la herida. Hay muchos modelos diferentes de vendas de presión; si llevas una, asegúrate de saber exactamente cómo funciona. Los videos de entrenamiento o de reseñas de equipos en línea son excelentes para esto.

Un torniquete es la pieza esencial de un BIPA. Si vas a llevar sólo una herramienta de intervención, invierte en un torniquete de calidad. Al comprar un torniquete, es ideal adquirir uno aprobado por el Comité de Atención a Víctimas de Combate Táctico. Estos torniquetes han sido sometidos a rigurosas pruebas de pre-fabricación y han sido examinados exhaustivamente a través de su uso en el campo. Recomendamos un torniquete CAT-7. Uno puede costar alrededor de 35 dólares; tú y tus camaradas pueden comprarlos al por mayor para ahorrar dinero. ¡Cuidado con las falsificaciones! Hay muchas versiones más baratas en circulación; éstas pueden fallar bajo presión. Normalmente se puede reconocer una falsificación por la ausencia de un sello de fábrica por la lengüeta roja del tirador; un molinete delgado (es decir, la varilla giratoria) también puede ser señal de una falsificación, en lugar de uno más grueso con extrusiones. Por último, y lo más obvio, ningún CAT negro producido antes de 2009 tiene correas blancas de “tiempo”. Los falsos tienen notoriamente estas correas blancas.

El de arriba es una imitación barata que podría fallar bajo presión.

Es una buena práctica mantener el torniquete con la banda ya enhebrada a través de la hebilla, creando un gran lazo que luego pasará sobre el pie o la mano, en lugar de intentar enhebrar la hebilla en el calor del momento si necesitases usarla.

Por último, lleva marcadores tipo sharpie para marcar el momento en que se aplique un torniquete o cualquier información adicional que las personas de primeros auxilios, médicos callejeros o de otro tipo, puedan necesitar saber. Los marcadores tipo sharpie negros sirven en pieles blancas o claras, mientras que los marcadores tipo sharpie plateados funcionan mejor en los camaradas negros.

Incluso si hay un colectivo de médicos locales entrenados y con experiencia, llevar un BIPA, o incluso un torniquete, es una gran idea. En el ámbito de la atención de emergencias, muchos médicos debidamente capacitados tratarán de utilizar primero el equipo del camarada herido en ellos, con el fin de guardar su equipo especializado para aquellos que no llevaron nada. Por ello, asegúrate de marcar claramente tu BIPA o kit de explosión y cárgalo en un lugar de fácil acceso. En caso contrario, asegúrate de tener su torniquete fácilmente accesible, en un lugar marcado y visible que sea conocido por todos los miembros de tu grupo de afinidad. Normaliza la práctica de hacer saber a tus camaradas de confianza dónde se encuentra tu equipo médico.

En Caso de Tiroteo

Varias cosas pueden suceder inmediatamente después de un tiroteo. Si la policía está cerca e interviene, es posible que pierdas rápidamente el control de la situación. A pesar de su falta de formación médica general, normalmente formarán un cordón alrededor de la víctima e impedirán que un médico o cualquier otra persona les atienda. Esto no significa necesariamente que actúen rápidamente en respuesta a la lesión. Presionen a la policía si no hacen lo suficiente, o si no lo hacen lo suficientemente rápido. Exige que busquen la atención médica adecuada para la persona herida.

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La otra cara de la moneda es que tú y tus camaradas tendrán que arreglárselas sin la intervención del Estado. Si la situación es caótica o se considera peligrosa, incluso si estás dispuesto a llamar a los servicios de emergencia, es posible que una ambulancia no pueda entrar en un lugar. La policía puede pasar una cantidad desmesurada de tiempo tratando de limpiar el área con gas lacrimógeno u otros medios antes de traer una ambulancia, incluso pueden simplemente impedir que una ambulancia llegue a ti. En tal situación, dependiendo de la gravedad de la herida, la supervivencia puede depender de la rapidez de pensamiento y de acción. En este caso, no tendrán a nadie de quien depender, excepto ustedes mismos para atender a los heridos y organizar su evacuación.

Evalúa continuamente lo que está pasando a tu alrededor. ¿Todavía hay disparos? ¿Hay tráfico en la zona? ¿Está pasando gente corriendo delante tuyo, escapando de un tirador, de la policía o de los fascistas? No dejes que el pánico, la prisa o la falta de atención causen desgracias adicionales.

Un pequeño Botiquín Individual de Primeros Auxilios con un torniquete y vendajes de trauma.

Opciones de Tratamiento Inmediato

Nada de lo que puedas leer aquí puede sustituir una formación médica adecuada. Sin embargo, si tienes un BIPA o un torniquete y conocimiento básico sobre cómo detener una hemorragia en un brazo o una pierna, algo es mejor que nada.

Si suenan disparos, trata de no entrar en pánico. Primero, ve a un lugar más seguro. En el sistema de Atención Táctica de Emergencia de Víctimas, el primer paso es mantener la seguridad de la escena, para no convertirse en una víctima también. Encuentra una cubierta desde la cual puedas evaluar la situación. “Cubrirse” designa cualquier cosa que pueda detener las rondas a las que te enfrentas, lo cual depende de la situación y del calibre del arma. Considera una pared de ladrillos o el bloque del motor de un coche.

Si determinas que alguien ha recibido un disparo y estás equipado para proporcionar ayuda, asegúrate de que la escena sea relativamente segura. Si puedes determinar esto, comunícale a tus amigos que tienes la intención de trasladar a la persona que ha sido herida. Mientras se mueven, hazle preguntas a la persona para determinar cómo cuidarla: “¿Dónde te dispararon?” o simplemente, “¿Cómo te llamas?” Si responde a estas preguntas antes de que llegues a ella, es un indicio de que su vía respiratoria está abierta y que está consciente, y puedes obtener suficiente información para comenzar a preparar tu equipo y tu mentalidad.

Lo primero que pensarás será probablemente, “¡Eso es mucha sangre!” Inicialmente, puede ser difícil identificar exactamente dónde está la herida, especialmente si el individuo lleva ropa oscura de manga larga. Expón rápidamente la herida, usando tijeras de trauma (tijeras especiales diseñadas para cortar rápidamente a través de la ropa) si las tienes. En general, es importante exponer una lesión en la capa de la piel para comprender el alcance y la extensión exactos de la herida.

Aplica presión directa inmediatamente sobre la herida. Lo ideal sería usar una mano enguantada y una gasa (preferiblemente gasa hemostática), pero en caso de emergencia, puedes usar una camiseta, una bufanda o una máscara extra. Si la sangre empapa la gasa, añade más gasa u otra capa de tela y aplica más presión. Si la hemorragia no se detiene a pesar de mantener presión directa con las manos, aplica un vendaje de presión. Coloca la almohadilla de absorción estéril sobre la herida, y sobre cualquier gasa que ya se haya aplicado (nunca quites la gasa, ya que podría interrumpir cualquier coagulación que pudiera haber comenzado). Envuelve firmemente el vendaje elástico alrededor de la parte del cuerpo lesionada. Debes aplicar mucha presión, pero no la suficiente para cortar la circulación.

Si no tienes un vendaje de presión, o si ya lo has aplicado y no se ha detenido la hemorragia, aplica un torniquete. En general, un torniquete debe utilizarse como intervención de “último recurso”, ya que la presión extrema y el corte de la circulación en una extremidad pueden provocar daños irreversibles en los nervios, los tejidos o los vasos sanguíneos. Sin embargo, es una intervención crítica para salvar vidas y debe utilizarse únicamente cuando no se dispone de otras intervenciones o éstas sean ineficaces.

El tiempo es esencial cuando se trata de una hemorragia que amenaza la vida. Si la herida está claramente en un brazo o una pierna y se puede ver mucha sangre, se puede optar por aplicar inmediatamente un torniquete sobre la ropa. A diferencia de la presión directa con gasa o el uso de un vendaje de presión, que detienen el sangrado de una herida específica, un torniquete corta toda la circulación distal del miembro, lo que significa que debe detener todo sangrado que esté más lejos del centro del cuerpo que donde se ha aplicado el torniquete. Si se aplica un torniquete sobre la ropa, compruebe rápidamente que no se esté colocando sobre objetos en bolsillos o cualquier otra cosa que pueda obstruir la presión.

Para una breve guía paso a paso del uso de un torniquete, véase el Apéndice III.

Para aplicar un torniquete, abre tu CAT-7 y asegúrate de que la banda pase por la hebilla de un solo recorrido y la punta roja apunte hacia el corazón. Luego desliza el torniquete por la extremidad lo más alto posible, teniendo en cuenta los genitales del individuo, si corresponde. Si la herida está claramente debajo de la rodilla o el codo, y se puede ver fácilmente que no hay heridas más arriba en esa extremidad, se puede colocar el torniquete justo por encima de esas articulaciones. Una vez que lo tengas en posición, asegúrate de apretar la correa tanto como puedas—imagínate una “correa de trinquete”. Si puedes meter incluso uno de tus dedos debajo de la correa, no está lo suficientemente apretada. Gira el molinete hasta que el flujo de sangre se detenga. Tira de la “correa” cerrada a través del clip del molinete y marca el tiempo aplicado en la correa de tiempo. Este proceso lastimará a tu camarada inmensamente, aunque probablemente menos que la herida inicial, dependiendo de su ubicación. Háblale mientras aplicas el torniquete y después según puedas.

Antes de usar un torniquete, deberías tener una idea de lo apretado que tiene que estar para que sea efectivo. Intenta colocarlo sobre ti mismo brevemente justo por encima del codo antes de la manifestación y apriétalo hasta que ya no sientas el pulso en tu muñeca. Este es un buen ejercicio de empatía, para saber qué tipo de experiencia soportará la persona que trates. Nunca dejes un torniquete en su lugar por más de unos segundos, excepto cuando se trate de una herida real.

Recién como hayas detenido la hemorragia, usando presión directa, un vendaje de presión o un torniquete, inmediatamente debes buscar otras heridas. Pasa por todas las partes del cuerpo con las manos enguantadas. Revisa tus manos para ver si hay sangre regularmente durante el barrido para que puedas identificar inmediatamente qué parte del cuerpo está herida. Si la persona lesionada lleva ropa impermeable, asegúrate de quitarle o pasar dentro de esas capas, ya que una chaqueta o un pantalón de lluvia pueden mantener la sangre junto al cuerpo, ocultando una hemorragia importante. No esperes para aplicar un torniquete si encuentras una hemorragia importante en un brazo o una pierna. Detén el barrido, aplica presión directa, un vendaje de presión o un torniquete, y reanuda el barrido una vez que el sangrado esté controlado.

Las hemorragias que se producen en las zonas de unión (es decir, la ingle próxima al ligamento inguinal, las nalgas, las zonas glútea y pélvica, la zona bajo la cual el brazo se conecta con el hombro, la cintura escapular y la base del cuello) pueden controlarse “empacando” la herida, aplicando presión directa sobre la arteria o vena seccionada. Si te encuentras en una zona insegura, o si no estás equipadx con material de relleno de herida, la presión directa sobre la herida, idealmente con una gasa, puede ser suficiente por el momento.

Si no estás equipado con un BIPA o torniquete, llama en voz alta a un médico. Llama a los puntos de referencia para que te guíen rápidamente, así como información crucial como si la víctima está sangrando considerablemente: por ejemplo, “¡Necesito un médico! Estoy detrás del sedán rojo, ¡alguien ha recibido un disparo en la pierna!”

Mientras esperas a que lleguen, usa presión directa para reducir la velocidad del sangrado. Si la hemorragia es capilar (flujo lento y uniforme, de color rojo brillante) o venosa (flujo constante, de color rojo oscuro), es posible que puedas controlar la hemorragia con presión directa. Si la hemorragia es arterial (flujo puntual o pulsante, de color rojo brillante), la presión directa no será suficiente: tendrás que aplicar presión en un punto de presión arterial. Si la herida está en la pierna, considera aplicar presión en la parte superior del muslo, cerca de la región pélvica, pero ten cuidado. Si hay una herida en esta zona, intenta aplicar presión en la parte inferior del abdomen derecho. Si la herida está en el brazo, intenta aplicar presión debajo de la axila. Si la hemorragia es en el cuello, intenta aplicar presión al lado del cuello, generalmente debajo de la punta de la mandíbula, teniendo en cuenta aplicar presión sólo en un lado. Hazlo sólo en una emergencia extrema, ya que tiene un valor limitado para controlar la hemorragia.

Independientemente de dónde esté la herida, una vez se aplique la presión, no la quites para comprobar si la herida sigue sangrando. Continúa aplicando presión hasta que un médico pueda colocar un vendaje de presión u otra intervención hemostática.

Si la herida está en el pecho, es posible cubrir la herida con la mano enguantada, pero aplicar demasiada presión puede inhibir potencialmente su sistema respiratorio. Las heridas en el pecho generalmente se presentan con menos sangrado, pero corren un alto riesgo de que el aire entre en la cavidad torácica, lo que lleva a una acumulación de presión que puede causar el colapso de un pulmón. Algunos médicos llevan en sus equipos sellos torácicos con ventilación, que cumplen el mismo propósito general que una mano enguantada sobre la herida: impedir que el aire entre en la cavidad torácica. Si la herida está en el tronco, es decir, entre el tórax y el ombligo, probablemente hay poco que puedas hacer para ayudar, además de notificar inmediatamente a un médico o a otra instancia superior.

Si puedes controlar la hemorragia, tú o un amigo debe preparar a la víctima para una posible visita a la sala de emergencias u otra situación en la que se le puedan confiscar sus posesiones. Retira cualquier artículo potencialmente incriminatorio de su mochila, bolsillos y su persona. Deshazte de ellos o dáselos a un amigo de confianza que pueda retirarlos de la escena.

Cuando llegue el personal de atención médica, ya sea de emergencias o médicos callejeros, dales un informe lo mejor que puedas, usando el acrónimo MeLeST: el Mecanismo de la lesión (Me), las Lesiones sufridas (Le), los Síntomas (S), y cualquier Tratamiento (T) que se haya dado. Por ejemplo, “Dispararon con un rifle desde aproximadamente dos cuadras de distancia, recibieron dos heridas de bala en su pierna izquierda. Su piel está fría al tacto y su respiración parece más lenta de lo normal. Apliqué un torniquete alto y apretado y el sangrado parece haber cesado”.

Si la atención médica tarda en llegar, considera escribir los síntomas u otras detalles que notes en el brazo del paciente con tu marcador.

Un BIPA pequeño que se puede cargar en el cinturón, marcado con una cruz para su fácil identificación.


Evacuación

Conoce tus opciones de evacuación. ¿Estás detrás de una línea policial que impide el paso de una ambulancia? ¿Ofrece el colectivo médico local transporte hospitalario? Puedes intentar llamar a una ambulancia si crees que estás en un área en la que pueden entrar. Cuando haces una llamada al número de emergencias para pedir una ambulancia, puedes pedir que no envíen a la policía en tándem, pero puede que ignoren tu petición. Si decides llamar al servicio de emergencias mientras estás en un grupo tratando activamente de ayudar a alguien que ha sido herido, designa a una persona para que haga la llamada al número de emergencias y reporte la herida y su ubicación mientras el resto de personas se concentra en ayudar a la víctima. Es posible -pero no está garantizado- que un/a despachador/a del servicio de emergencias te guie a través de la respuesta básica al trauma hasta que recibas ayuda o se pueda transportar al herido.

Si tú o tus compañeros han conducido hasta la manifestación, puede ser útil si un carro queda aparcado cerca y tiene acceso inmediato a la calle. Asegúrate de que la ubicación de las llaves sea conocida y accesible para más de una persona. Es probable que otras personas quieran ayudar en caso de un tiroteo. Si no puedes transportar al paciente tú mismo, pide ayuda a las personas a tu alrededor.

En el Hospital

En algunas ciudades, los hospitales ponen a las víctimas de disparos en custodia protectora para eliminar la amenaza de violencia contra ellas.2 Si eso ocurre, no podrás localizar a tu amigo dentro del sistema hospitalario. Si la persona está inconsciente y no puede decir a los trabajadores de la salud a quién contactar, los trabajadores intentarán contactar a un miembro de la familia. Si estás entrando en una situación en la que es posible que te lesiones gravemente, puedes escribir un número de emergencia en un papel con la instrucción “llamar en caso de emergencia”.

Aunque esto puede no estar en tus pensamientos en caso de un tiroteo, es importante saber que la mayoría de los grandes sistemas hospitalarios ofrecen programas a través de los cuales se puede solicitar ayuda para reducir o perdonar sus facturas. Si la vida de alguien está en juego, puedes resolver los detalles financieros más tarde.


De vuelta en Casa

Cuando lleves a alguien del hospital a casa, evalúa la situación de su hogar. ¿Viven solos? ¿Con amigos o familiares? ¿Su habitación está en un tramo de escaleras? Dependiendo de la gravedad de la lesión y de la duración prevista de su recuperación, es posible que tenga que cambiar su situación de vivienda.

Debido a que el sistema de salud pública se parece muy poco a uno, las personas suelen ser dadas de alta del hospital muy rápidamente, a veces antes de que estén listas para volver a casa. Esto puede ser intimidante, pero la buena noticia es que estar en casa suele ser un mejor entorno de recuperación que una institución. Se puede alquilar una cama de hospital en un hospital o en una empresa de alquiler de equipos de asistencia domiciliaria; son sorprendentemente baratos y pueden ser de gran ayuda en el caso de una recuperación a largo plazo.

Si es necesario, organiza atención comunitaria de manera que haya personas presentes o disponibles las 24 horas al día. Incluso si no es necesario, trata de organizar un horario de atención en el que participe un grupo rotativo de amigos y seres queridos para asegurarse de que la atención no recaiga única o principalmente en la pareja. Además, puedes crear un horario de comidas para que las personas dejen comida y comestibles o cocinen para lxs heridxs y lxs cuidadorxs.

Trauma

Aunque no debería decirse, ser disparado o asistir a herida por un disparo, o presenciar que le disparen a alguien que amas aunque tú no estés allí, es un evento traumático. Puedes experimentar una gama de respuestas que incluyen pesadillas, ansiedad, respuestas de vuelo/congelación/lucha, dudas sobre ti mismo, nerviosismo, miedo y depresión. ¡Busca ayuda! Forma un círculo de atención comunitaria y reúnanse semanalmente para procesar el dolor, la confusión y el trauma.

Si muchas personas de tu comunidad se vieron afectadas por el suceso, puedes buscar a un amigo o a un ser querido fuera de tu círculo para que te ayude a procesar lo ocurrido. Busca a un terapeuta en tu ciudad para que te ayude a procesar tus sentimientos. Aunque la terapia puede parecer muy costosa, puede haber una organización sin ánimo de lucro, un sistema de clínicas o una universidad donde los consejeros en formación ofrezcan servicios gratuitos o a un precio reducido. Si las protestas en tu ciudad continúan, las organizaciones locales sin ánimo de lucro pueden ofrecer asesoramiento específicamente para lxs afectadxs. Esta guía escrita en respuesta a la pandemia COVID-19 ofrece algunas herramientas que puedes aplicar para afrontar el trauma.

Ha habido una larga tendencia en los ambientes anarquistas a emular las actitudes duras y la bravuconearía. Analizar y superar estas normas culturales y evitar la dicotomía entre “pasividad” y “militancia” puede ayudarnos a construir movimientos sostenibles a largo plazo. Recuerden, queremos una revolución social profunda, no sólo violencia callejera periódica.

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En el contexto de una lucha a largo plazo por la liberación

Hay una larga historia de violencia sancionada por el estado en los Estados Unidos, tanto contra la gente común como contra los movimientos de cambio social. Junto a esto se extiende una historia igualmente larga de violencia paraestatal, de los linchamientos de un pasado no tan lejano hasta equivalentes contemporáneos como los asesinatos de Trayvon Martin y Ahmaud Arbery. Desde antes de la Revolución Americana, fuerzas paraestatales han trabajado en conjunto con el estado para mantener la supremacía blanca patriarcal. Ha sido muy bien documentado que la policía sigue cooperando con los supremacistas blancos. Son dos caras de la misma moneda.

Los actuales enfrentamientos entre supremacistas blancxs y antifascistas recuerdan el ascenso del nazismo en Alemania. A comienzos de los años 1930’s, cuando las campañas electorales del Reichstag estaban en pleno apogeo, lxs fascistas incitaron repetidamente a sus adversarios a pelear en las calles, hiriendo a muchos mientras se enmarcaban como “víctimas en un país sin ley”. Utilizaron esta violencia para reforzar su campaña por “la ley y el orden”, un pretexto para imponer una dictadura. ¿Suena familiar?

Ahora ha habido muchos casos de violencia letal durante las manifestaciones, incluidos los asesinatos de Heather Heyer en Charlottesville, David McAtee en Louisville, Garrett Foster en Austin y Anthony Huber y Joseph Rosenbaum en Kenosha. Es vital que aprendamos a navegar por estos espacios cada vez más violentos y disputados. Si queremos mantener una cultura de resistencia, tendremos que estar preparados para responder a una amplia gama de escenarios. Podemos aprender a lidiar con la violencia y mitigar sus efectos mientras nos negamos a glorificarla o a romantizarla.

A medida que se profundiza el conflicto social, cada vez más gente se familiariza con la violencia que el estado ha ejercido durante mucho tiempo en suelo extranjero y contra las comunidades negras e indígenas dentro de los Estados Unidos. Esto no debe disuadirnos de actuar, es mejor para nosotros enfrentar estas amenazas juntxs, de frente, que tratar de escondernos de ellas hasta que lleguen a cada unx de nosotrxs en forma aislada. Generalizar la atención y la ayuda es una parte esencial para permanecer más seguros en las calles, lo que, a su vez, forma parte de la creación de comunidades más seguras y, en última instancia, de un mundo más seguro para todxs nosotrxs.

A pesar de lo aterradora que es esta situación, no estás solx. Las mismas dinámicas que están desestabilizando nuestras vidas y nuestra sociedad nos ofrecen la oportunidad de conectarnos entre nosotrxs y reinventar nuestras vidas sobre una nueva base. Gracias por todo lo que han hecho para formar parte del impulso hacia un mundo mejor.

El 15 de Mayo de 1970, policías con equipo antidisturbios dispararon más de ciento cincuenta rondas en veintiocho segundos, asesinando a dos jóvenes negros en el campus universitario de Jackson State en Mississippi e hiriendo a una docena más. Si bien los asesinatos ocurridos en la Universidad Estatal de Kent unos días antes siguen siendo ampliamente conocidos, los posteriores asesinatos de jóvenes manifestantes negros en Jackson y Augusta (Georgia) a menudo se olvidan. retrato:clase


Apéndice I: Narrativas personales

Los siguientes relatos pueden ayudarte a visualizar cómo te podrías comportar en circunstancias similares.

La línea entre la vida y la muerte

Es una noche oscura y tormentosa, la primera noche que ha llovido en toda la semana. La gente está dando vueltas bajo el toldo de un asadero, detrás del cerco policial, esperando ver qué pasa. Varias personas tienen armas escondidas en sus cinturones. Algunxs se pelean con la policía, otrxs rompen trozos de hormigón para lanzarlos a los tanques; otrxs escuchan acaloradas discusiones sobre si debemos irnos a casa, dejar de violar el toque de queda y dejar la lucha para otro día. Entonces, de la nada, un solitario coche de policía viene gritando desde atrás, con las sirenas a todo volumen.

La multitud se dispersa, la gente entra en pánico, corriendo en todas las direcciones, mientras las latas de gas lacrimógeno se deslizan por la calle y las granadas de luz explotan desde el cerco policial. Humo ahogador, caos y miedo alrededor. Se oyen tiros cuando la gente dispara desde la multitud a la patrulla solitaria, que ha dado vuelta para retirarse. Me lanzo al suelo junto a un buzón azul, confundido y separado de mis amigos. Una marea de gente fluye por la calle alejándose del cerco policial, mientras los policías empiezan a empujar a la multitud hacia delante, esperando despejarla. Arrastrado por el mar de gente, doy quizás veinte pasos por la acera antes de encontrarme con un nudo de gente reunida alrededor de una figura en el suelo.

El tiempo se vuelve lento. Dos de mis amigxs cercanxs están agrupados alrededor de un cuerpo en la acera. Ese cuerpo es uno de mis más viejos y queridos amigos. Alguien está gritando, “¡Le han disparado, le han disparado!” Uno de mis amigos está gritando a la gente que retroceda, empujándola hacia atrás, cuando mira hacia arriba y me ve. Viro mi mirada de él a mi amigo en el piso, que ha recibido un disparo en la pierna. Pero la luz se desvanece en sus ojos mientras se agarra al torso y gime. Recibir un disparo en la pierna no es razón suficiente para explicar por qué mi amigo se está desvaneciendo. Estamos tan confundidos… no hay sangre, no hay sangre. ¿Qué carajo pasó? ¿Dónde más está herido? No hay sangre, sólo un tropiezo, un gemido inquietante de su boca. Soy una madre, he dado a luz a una pequeña persona en este mundo. Sé cómo suena la línea entre la vida y la muerte, y todo lo que sé en este momento de desesperación y confusión es que esta persona que amo tanto está a horcajadas en esa línea ante mis ojos.

Todavía no sé qué carajos está pasando, pero sí sé que tenemos que sacarlo de ahí lo antes posible. Nadie viene a ayudarnos y nadie viene a salvarlo. Corrí a mi carro, menos mal lo estacioné a unas pocas cuadras. Voy a toda velocidad por los carros chirriantes que están haciendo „donuts“ en la calle. Cuando vuelvo, encuentro gente poniendo el cuerpo de mi amigo en un carro ya lleno. Grito y grito que él viene conmigo mientras mis amigos le quitan el cuerpo a los extraños bien intencionados. Corremos por la calle hacia una enredadera de calles suburbanas. Sé a qué hospital quiero ir, pero está oscuro y estoy confundidx. Se nos acercan Riot angels y nos preguntan si necesitamos que nos lleven al hospital.

Cuando llegamos al hospital y sacamos a mi amigo del carro, su camisa se deslizó y ahí estaba: un orificio de entrada sin orificio de salida. Fue transferido inmediatamente a un hospital de trauma. Durante los días siguientes, escuchamos una y otra vez las palabras “debería haber muerto”.

Antes de esto, no sabía que no sabía lo que significaba recibir un disparo. Lo que significa recibir un disparo es que una bala atraviesa el músculo, tal vez el hueso, tal vez destruye algunos órganos, muy posiblemente algunos que son esenciales. Podría destruir el riñón izquierdo o el bazo; podría colapsar ambos pulmones, cortar el esófago, llenar las cavidades internas con sangre mientras el cuerpo se desangra internamente. Una bala podría terminar en el corazón. Podrías encontrarte en un hospital en medio de la noche, siendo persuadido a través de una serie de documentos legales por un muy paciente y amable cardiólogo que se está preparando para hacer una segunda cirugía a corazón abierto a alguien que amas para sacar la bala que está alojada en su corazón.

Corrimos con suerte esa noche, absolutamente. Pero respondimos a la situación rápidamente. Más tarde me enteré de que otros amigos habían pasado por ahí, que no era la única corriendo hacia el caro, yo simplemente llegué primero. Y extraños bien intencionados estaban tratando de evacuar a mi amigo por su cuenta, tanta gente es baleada en esta ciudad que la gente reconoció lo que estaba mirando y lo importante que era responder.

Lo que le pasó a mi amigo no me ha impedido volver a la calles, y no lo ha detenido ni a él ni a otras personas de mi comunidad. Debido a que el hospital puso a mi amigo en custodia protectora, sólo otrx amigx y yo pudimos estar allí con él. Muchxs de mis amigxs buscaron consuelo en las batallas callejeras que seguían enfurecidas, contentos de tener la oportunidad de convertir su dolor, miedo, desesperación y rabia en acción.

Estoy agradecida de haber estado estacionada cerca esa noche. Estoy agradecida de que tanta gente a nuestro alrededor quisiera ayudar. Estoy tan agradecida de que la gente se diera cuenta de que lxs necesitábamos para llevarnos al hospital. Estoy agradecida de que el traslado al centro de trauma se haya hecho lo suficientemente rápido y estoy agradecida por lxs cirujanxs hábiles y dispuestxs. Estoy agradecidx de que la voluntad interna de mi amigo fue lo suficientemente fuerte para sobrevivir. Estoy muy agradecidx de que haya vivido. También estoy agradecidx de que hayan cosas que todxs puedan hacer para que las cosas salgan lo mejor posible si alguna vez se encuentran en una situación similar.

Y estoy agradecida por los „riot angels“. Que estén a tu lado si alguna vez los necesitas.


Un sólo Pop

Todxs lo escuchamos. Un solo estallido. Sonó durante la noche, extrañamente fuera de lugar después de horas y horas de silenciosas peleas y el crujido de una multitud agitada. Cientos de personas estaban en la plaza, muchas en fila para entrar en el evento, y posiblemente un número igual tratando de detenerlos. Sombreros rojos navegaban por encima de la multitud como fuegos artificiales de corto alcance mientras la gente los arrebataba y los lanzaba. Era un desastre, los conflictos imposibles de seguir; huevos, bombas de pintura, spray de pimienta y golpes que venían en ángulos impares y desde todas las direcciones. Los pocos policías que estaban a mano no intervinieron. Al salir de la plaza hacia las oscuras calles del campus, toda la situación parecía una escena de lucha mal dirigida en una obra de bajo presupuesto.

Pero todos escuchamos el estallido. Sólo uno. Instintivamente, la multitud vestida de negro se dispersó por todo el lugar, todos los sombreros rojos miraron hacia arriba. Dado nuestro conocimiento hasta ese momento de lo que ocurre en las manifestaciones, asumimos que era una granada de luz. Era lo único que pensábamos que podía hacer ese ruido. Pero no hubo un segundo estallido. Los ojos de todos se volvieron a centrar en el estancamiento que les rodeaba. Empujando y empujando, algunas pancartas reforzadas y teléfonos siendo arrebatados, pero una calma relativa.

Al mirar al otro lado de la plaza, vi algo fuera de lugar. Era alguien que reconocí, alguien que sabía que estaba en problemas. Había estado tratando de asegurarse de que nadie saliera herido, mezclando distracción y desescalada. Ahora algo estaba mal, pero era imposible saber qué era.

Un camarada y yo nos abrimos paso entre la multitud hasta donde estaba él. Para llegar allí, caminé a través de algo que colgaba en el aire… mi cerebro no lo pudo juntar por un tiempo. No era un olor, era más bien un sabor, una nube en el aire que tenía una semblanza a metal. Una vez que lo alcanzamos, la mirada en su rostro me dijo que estaba lidiando con más de lo que podía. Eso, y el sonido. Estaba haciendo un sonido que no se hace. Un grito y un gorgoteo al mismo tiempo. No sé cómo es que seguía de pie. Llegué a él primero y se inclinó hacia mí, puro peso muerto. El olor de su chaqueta de cuero y su presión sobre mi pequeña estructura en ese momento de desesperación es una de las cosas que entraría en mis sueños y me despertaría durante años. Era como si llevara un cuerpo muerto pero aún vivo.

Me miró fijamente, pero mirando a través de mí. Me di cuenta de que se estaba muriendo. Pero no tenía ni idea por qué. Las razones pasaron por mi cabeza; casi no había sangre y no pude encontrar nada. No caminamos tanto -a lo sumo 20 pies- y lo mejor que se me ocurrió fue que debió haberse golpeado la cabeza, sólo una lesión en la cabeza lo haría incoherente de esa manera.

Y luego, tan rápido como había tomado su peso, los médicos se lo llevaron. Su peso dejó el mío y nos desacoplamos a partir de ese momento. Miré fijamente al médico, en quien afortunadamente confiaba, y todo lo que pude decir fue “Está herido, no lo sé” o algo así. Además de sacarlo del peligro del momento inmediato, me sentí totalmente inútil. Los médicos comenzaron a hacer su labor, en el suelo donde ahora había bastante sangre, tratando de repasar lo que su entrenamiento les había enseñado. Escuché a la multitud como un estruendo bajo, esa que pasa cuando estás a punto de desmayarte y el audio va al final de un túnel. Pero fue entonces cuando finalmente caí en cuenta: pop, metal, gorjeo.

Alguien le había disparado.

La policía se abalanzó sobre él y se lo llevó, alejando a la fuerza a los médicos de trauma entrenados mientras todos gritábamos desde el otro lado del cordón policial. Ahora todos sabían que se estaba muriendo, que algo había salido mal. Yo quería gritar que le habían disparado; empecé a hacerlo, pero luego me di cuenta de que podría causar pánico en la gente. Apenas me di cuenta de que ya estaba en pánico. Encontré a uno de los médicos; confirmaron que alguien le había disparado.

La policía lo cargó en la parte de atrás de una especie de vehículo descapotado-policía del campus universitario con un carrito de golf. Y la manifestación continuó. Entré en pánico abiertamente en ese momento, encontré a mi equipo y exigí que nos fuéramos, que “ellos” nos disparaban y que teníamos que irnos. Pero en ese momento, ni siquiera sabía de dónde venía la amenaza o si irse era más seguro. Así que nos alejamos de la línea de gente que intentaba ver hablar a Milo, mucho después de que el evento se hubiera acabado. La policía nunca se movió, la alerta de “tirador activo en el campus” nunca se activó, y nos quedamos en la escena del crimen durante horas.


Apéndice II: Recursos adicionales (en inglés)

  • El podcast “Live Like the World is Dying” emitió recientemente una entrevista con un experimentado médico callejero dando instrucciones detalladas sobre cómo responder a las heridas de bala en las manifestaciones.

  • En este podcast, Hex, que sobrevivió a un ataque de un fascista en una manifestación el 20 de enero de 2017, habla de la justicia, la violencia, el patriarcado y la compasión, de la importancia crítica de la curación y de cómo redefinir la resistencia.

  • Protocolos para lesiones comunes con armas de la Policía—Una guía para médicos callejeros que responden a municiones no letales de la policía y a armas químicas


Apéndice III: Uso de un torniquete

  • Localiza la herida.
  • Aplica el torniquete, sobre la ropa si la herida está claramente en un brazo o pierna y se puede ver mucha sangre.
  • Asegúrate de que la punta roja esté apuntando hacia el corazón. Coloca el torniquete tan alto como sea posible. Si la herida está por debajo de la rodilla o el codo, coloca el torniquete justo encima de la articulación.
  • Tira de la cola con fuerza. Aprieta la correa tan fuerte como puedas.
  • Gira el molinete hasta que el flujo de sangre se detenga.
  • Marca el tiempo.
  • Sigue hablando con la persona que estás tratando.

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Appendix IV: Como construir un Botiquín Individual de Primeros Auxilios (BIPA)

Construcción BIPA—Actualmente el precio más barato de un kit es de: $95.25, esto no incluye impuestos, costos de envío, o un bolso o caja para el kit. Aquí hay algunos de los contenidos recomendados para el kit, con links sobre donde comprar los elementos en tiendas de los Estados Unidos:

  • CAT Gen 7 (1) $30 c/u: disponible de NAR, Chinook, Rescue Essentials
  • ETD (2) 4” (pulgadas) plano, $7 c/u aquí
  • Sello Pectoral (2) Hyfin twin pack, $15/par aquí
  • Gaza Hemostática (1)—las opciones incluyen ChitoGauze z-fold, 3”x4yd, $32 c/u (en rebaja) aquí, Celox rapid Z-fold, 3”x5’; quizás necesitarás autorización médica para comprar esto. $34 c/u aquí, y QuikClot gaza de combate z-fold, 3”x4yd, $43 c/u aquí
  • Sharpie (1) Staples 12 pack, $8/12 en rebaja (.66 c/u) aquí
  • Guantes (2 pair) Nitrile guantes de examen talla L, $13/100 ($.52/kit) aquí
  • Cizallas (1) 7.5” cizallas de acero inoxidable, $3 c/u aquí
  • Bolza Zipper para guantes (1) “tamaño sandwich”, $3.50/50 ($.07 c/u) aquí
  1. “Empacando” significa aplicar presión interna directa a un vaso cortado creando presión en ese vaso con gasa, llenando la herida con más gasa, manteniendo la presión directa cuando se llene la herida, y finalizándola con un vendaje de presión. 

  2. En este caso, si alguien ha recibido un disparo, el hospital asume que puede seguir siendo un objetivo y trata de reducir la posibilidad de siga siendo lastimadx.