En la siguiente declaración, feministas iraníes explican por qué es posible y necesario apoyar la lucha palestina por la liberación sin respaldar al gobierno iraní.
Aunque estamos situadas lejos de Irán, creemos que para comprender la dinámica de cualquier situación es necesario consultar a antiautoritarios comprometidos de la región. Asimismo, es importante no cometer el error de imaginar que la mejor manera de apoyar a los oprimidos en un contexto es apoyar a los opresores en otro. Todas las luchas por la libertad y la dignidad están fundamentalmente interconectadas.
El colectivo Roja publicó originalmente esta declaración aquí en farsi, y posteriormente en francés. Según ellas mismas,
Roja es un colectivo independiente de izquierda feminista con sede en París, formado por camaradas de Irán. Roja se formó en respuesta al feminicidio estatal de Jina (Mahsa) Amini y al surgimiento del movimiento Jin, Jiyan, Azadi (Mujeres, Vida, Libertad) en septiembre de 2022. Además de ocuparse de las luchas sociales en Irán y Oriente Medio, Roja participa activamente en movimientos locales e internacionalistas en París, incluidos los esfuerzos de solidaridad con Palestina. El nombre «Roja» se inspira en varios idiomas: en español, significa «rojo»; en kurdo, روژ significa «luz del día» o «ligereza»; y en mazandaraní, روجا se traduce como «estrella de la mañana.»
Invitamos a los lectores a entender esta declaración en el contexto de nuestra cobertura anterior de los movimientos antiautoritarios en Irán, incluida la revuelta desencadenada por el asesinato de Jina Mahsa Amini, bajo el lema «Jin, Jiyan, Azadi.» Del mismo modo, debemos centrar siempre las voces del pueblo palestino en todo lo que concierne a su liberación.
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Tahya Falestine: Por la liberación de Palestina y de todos los pueblos de Oriente Medio
En la mañana del 14 de abril de 2024, el ataque sin precedentes de la República Islámica de Irán contra Israel acaparó la atención de los medios de comunicación de todo el mundo. Aunque el sistema de defensa Cúpula de Hierro erigido por las potencias imperialistas protegía al Estado colono-colonial de Israel, algunos que buscaban vengar al pueblo palestino alabaron el «valor» del gobierno iraní y expresaron su admiración por la «única potencia» de la región dispuesta a enfrentarse a las potencias imperialistas.
En esta guerra, en la que Israel e Irán se están enseñando los dientes mutuamente, algunos han adoptado una posición fascista y se han puesto descaradamente del lado del Estado genocida de Israel. Otros, asumiendo una posición de bloques, se han puesto del lado de Irán, haciendo la vista gorda ante la brutal represión del gobierno iraní contra sus opositores y otras personas dentro del país. Aquí no nos referimos a la primera postura, sino a la segunda, la de quienes aceptan la lógica de que «el enemigo de mi enemigo es mi amigo». Este modo de razonar simplifica en exceso la intrincada relación entre la República Islámica e Israel, reduciéndola a una lucha binaria del bien contra el mal y dando a entender que cualquiera que se oponga al Estado de Israel cae automáticamente en el bando de los «buenos».
Para nosotras, la defensa de la causa palestina y de la solidaridad internacional no puede conocer otro camino que la oposición a la República Islámica de Irán. La República Islámica de Irán no se opone realmente al Estado de Israel, sino a los pueblos de Irán y de toda la región, a cualquiera que crea que la tarea de la liberación depende de los propios pueblos, no de los Estados. Defender la causa palestina implica necesariamente distanciarse de todo lo que refuerza la dominación de Israel sobre las tierras palestinas. Desde su creación en 1979, a pesar de todo el ruido que produce, la República Islámica de Irán no ha hecho más que echar agua en los molinos del Estado de Israel, como expondremos a continuación.
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1.) Quienes evocan el derecho de la República Islámica de Irán a la «autodefensa» no hacen sino hacerse eco de los argumentos que el Estado de Israel utiliza para justificar la aniquilación de Gaza y el genocidio que está perpetuando allí. Razonan dentro de un marco según el cual las vidas de millones de personas en Oriente Próximo se consideran carentes de valor. ¿Qué valor tiene el «derecho a defenderse» del gobierno iraní, incluso según las normas del derecho internacional, si este «derecho» se traduce en dos semanas de miedo en Irán y desde Irak hasta Líbano ante la perspectiva de una guerra total? ¿Por qué los pueblos empobrecidos de la región deben pagar el precio del despreciado «honor» de una potencia que avisa por adelantado a su enemigo de cuándo llegarán sus misiles?
2.) A pesar de su oposición, tanto la República Islámica de Irán como el Estado de Israel y sus patrocinadores occidentales son engranajes de la misma máquina del capitalismo mundial, que empuja a Oriente Próximo hacia el precipicio a cada paso. Para quienes pasan por alto el papel del gobierno iraní en la sangrienta represión de la revolución siria contra la dictadura de Assad, recordemos el trueque clandestino de Irán durante la guerra con Irak. En medio de la guerra, la República Islámica cantaba que «el camino a Al-Quds pasa por Karbala» mientras simultáneamente compraba armas al Estado de Israel para luchar contra Irak, una amarga ironía que costó la vida a miles de iraníes e iraquíes. El doble juego del gobierno iraní es evidente: mientras afirma excluir todo intercambio comercial con Israel, ni siquiera respeta la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones.
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3.) Esto no quiere decir que la República Islámica de Irán y el Estado de Israel sean potencias iguales o reciban el mismo nivel de apoyo internacional-geopolítico. Pero son enemigos útiles el uno para el otro. Allí donde se libran luchas emancipadoras, ambos responden con represión. Ambas se apoyan en la existencia de la otra para ocultar sus contradicciones internas y justificar sus propios crímenes. El actual estado de «ni paz ni guerra» les permite garantizar su propia supervivencia.
4.) Hay otra razón por la que algunas personas están entusiasmadas con el ataque que llevó a cabo la República Islámica de Irán: el Estado iraní está acorralado por las sanciones impuestas por los Estados imperialistas, a los que supuestamente se opone en solitario. Pero para las clases trabajadoras de Irán, la única consecuencia de este ataque es la caída del valor de la moneda nacional y un mayor empobrecimiento. Mientras que los precios suben con el valor del dólar -excepto, por supuesto, para los que se nutren directamente de los ingresos del petróleo-, el salario mínimo diario ha caído a 3 dólares. Los que se dejan seducir por el poder de la República Islámica de Irán frente a las potencias dominantes, ¿saben algo de la vida de quienes en Irán -de las minorías étnicas- sólo sobreviven transportando contrabando (como los kulbars del Kurdistán) o combustible (como los sukhtbars del Baluchistán)? ¿Saben que mientras la República Islámica envió más de 300 drones y misiles que ni siquiera rozaron a los carniceros de Gaza, fue incapaz de enviar la más mínima ayuda para salvar de las inundaciones a decenas de baluchis?
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5.) El logro más concreto de la República Islámica de Irán a partir de este ataque es inmediatamente visible en las calles de las principales ciudades de Irán. El dramático espectáculo del ataque militar altamente controlado contra el Estado de Israel ha reforzado los cimientos de otra guerra, la guerra que la República Islámica ha librado contra las mujeres desde su creación. Las calles de Teherán y de otras ciudades han sido testigos del desarrollo de esta terrible guerra: una guerra dirigida contra los cuerpos de las mujeres y sus almas rebeldes, una guerra al servicio de la domesticación y la asfixia de las mujeres. ¿Cómo podría un régimen así emancipar a los pueblos oprimidos de Palestina y de la región? La lógica que exige con razón luchar contra el apartheid impuesto por el Estado de Israel, ¿no exige también oponerse al apartheid sexual y de género en Irán?
6.) El ataque de la República Islámica contra el Estado de Israel también logró algo más: además de herir a un niño árabe, consiguió, al menos durante unos días y en todo el mundo, desviar la atención pública de Gaza, lo que facilitó la operación israelí contra Rafah. En un segundo plano durante estos acontecimientos, Estados Unidos vetó una vez más el reconocimiento de Palestina como Estado por parte de la ONU. En realidad, son los partidarios de Israel quienes deberían dar las gracias a la República Islámica de Irán.
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7.) Otro «logro» significativo de la República Islámica de Irán a lo largo de su historia ha sido la marginación de la causa palestina dentro de la sociedad iraní. Aunque la causa de Palestina fue en su día genuinamente popular, 45 años de instrumentalización de la misma por parte de quienes detentan el poder han provocado cierta indiferencia en el seno de la sociedad iraní y, en ocasiones, incluso un rechazo de la causa palestina. Mientras tanto, el Estado de Israel ha optado por apoyar a la derecha fascista y monárquica dentro de la oposición iraní, presentándola como la única sucesora posible de la República Islámica. Esta oposición binaria y excluyente -la República Islámica o un régimen títere instalado por las potencias imperialistas- es la misma narrativa que utilizan las autoridades iraníes para reprimir las movilizaciones populares dentro de las fronteras de Irán.
8.) Con el fin de aumentar su propia popularidad internacional, la República Islámica de Irán se ha obstinado en explotar el auge de la islamofobia -una de las formas que adopta hoy el racismo- en Europa y Norteamérica para presentarse como «defensora» de los derechos de los musulmanes en Occidente. Quienes ven en la República Islámica de Irán un escudo contra la islamofobia y la apoyan por este motivo deberían preguntarse: ¿por qué en la región administrativa más poblada de Irán, Teherán, que cuenta con casi 20 millones de habitantes, no se permite a los suníes ni una sola mezquita en la que celebrar su culto? ¿Por qué los suníes de Irán, ya sean baluches, kurdos o árabes, se encuentran entre las poblaciones más empobrecidas? ¿Por qué sus vidas son las menos valiosas en Irán? ¿Por qué se priva a los y las inmigrantes afganas, en particular a los y las hazaras, de los derechos más básicos? También deben preguntarse cómo un Estado cuyos medios de comunicación oficiales y no oficiales difunden ideas antisemitas puede apoyar realmente el antirracismo en todo el mundo.
Para nosotras, miembras de Roja, la República Islámica de Irán no debilita el apartheid impuesto por el Estado colonial de Israel, sino que refuerza las condiciones que lo reproducen. El camino hacia la liberación de todos los pueblos de la región exige una doble lucha: una contra el régimen de apartheid israelí y sus partidarios, y otra contra Estados como la República Islámica de Irán.